Desafortunadamente hay una población infantil vulnerable en cuanto a su contención emocional, los albergados en centros de cuidado infantil que no cuentan con los recursos necesarios para ser acompañados por personal especializado. Para ellos surge la inquietud de crear un espacio en el que se les atienda mediante tratamientos terapéuticos individuales y grupales que contribuyan a su paz y a su desarrollo humano.
Reconocemos y respetamos las creencias individuales de nuestros usuarios y benefactores, nos apegamos a principios y valores humanos básicos que fundamentan nuestras acciones.
Alineamos nuestro desempeño con estándares de trabajo de calidad, apegados a nuestros procesos y metodologías, para sumar estrategias de atención y protección a la niñez.
Nuestro trabajo es estructurado y diferenciador, buscamos que las cosas sucedan para propiciar el que los niños y el personal de albergues cuenten con el apoyo necesario para su óptimo crecimiento y desarrollo emocional.
Exigimos de nuestros equipos de trabajo un comportamiento apegado a estándares éticos, en concordancia con nuestros valores.

